Origen: El lobo mexicano es originario de México y suroeste de Estados Unidos. Características físicas: El lobo mexicano es una subespecie de lobo gris, pero es un poco más pequeño en tamaño y peso. Tiene una cabeza grande y un cuerpo musculoso, con patas largas y una cola espesa. Su pelaje es de color gris, marrón o negro, y puede tener manchas blancas en el pecho y la garganta. Los lobos mexicanos pueden medir entre 1 y 1.5 metros de largo, y pesar entre 25 y 40 kg. Esperanza de vida: En estado salvaje, la esperanza de vida de un lobo mexicano es de alrededor de 6 a 8 años, aunque algunos pueden vivir hasta 13 años. En cautiverio, pueden vivir hasta 17 años. Comportamiento: Los lobos mexicanos son animales sociales y viven en manadas jerarquizadas lideradas por una pareja alfa. Son cazadores eficientes y se alimentan principalmente de grandes mamíferos como ciervos, alces y bisontes. También son muy territoriales y defienden su territorio agresivamente. Salud: Los lobos mexicanos pueden estar expuestos a enfermedades como la sarna, la rabia y el moquillo, pero la mayor amenaza para su supervivencia es la degradación de su hábitat y la caza furtiva. En cautiverio, pueden desarrollar enfermedades asociadas con el estrés y la falta de ejercicio. Cuidados: Los lobos mexicanos no son animales domésticos y no son adecuados como mascotas. Requieren mucho espacio y ejercicio, y deben ser alimentados con una dieta equilibrada y adecuada para su especie. También es importante mantener su ambiente limpio y seguro. Curiosidades: El lobo mexicano es una especie en peligro de extinción, y se estima que existen menos de 300 individuos en estado salvaje. Es considerado un símbolo de la conservación de la biodiversidad en México y Estados Unidos, y ha sido objeto de programas de reintroducción en áreas protegidas para su conservación. Además, los lobos mexicanos tienen una importancia cultural y espiritual para algunas tribus indígenas de América del Norte.